miércoles, 4 de enero de 2012

La flauta gratis







Guenas navidades las i’pasao en Paris junto al niño
Beneton , aura me tocau pasar año nuevo aquí nomás con la soledá agigantada por culpa de la ausencia del Carlitos Pérez . El costillar de capón intacto que en dispues se lo llevó Peralta como premio consuelo, jue testigo de mi tristeza.
Tuito se ha venio en contra mio, Pa’ colmo al zonzo de Petrof se li a dau por mandar mensaje zafau que un criollo como yo no puede tolerar. “Feliz ano nuevo” me ha mensajiau en dos oportunidade el degenerau.
Siempre i sabio que Petrof era un necesitau de querencia, pero nunca pensé que lo suyo se tornara en una enfermedá a tal punto de desearle felicidá a una parte tan íntima del cuerpo. Que el Gauchito Gil lo perdone, y encima que mi enterau que hace cosa de dos meses le ha sacau fiau a Sakae Punta un pan flauta y en tuavía no ha podio pagarle. Al parecer será nomás como se dice; al hombre le gusta comer la flauta gratis.
Por otro lau me ha tocau la tarea de tener que darle ánimos a nuestro mesmo gobernador. Estuvo aquí en mi ranchito de Guer Aique, iba a irse al Calafate pero al final decidió que no era el momento cuando distinguió a lo lejos la chata Hiundai con tres lindos jovencitos que salían como escupida de músico pa’ esa zona. No conviene que me vaya pal Calafate, Matita ; esos que pasaron recién son de la Cámpora y si viajo puedo tener problema, me confesó, Pero qué problema puede tener con esos jovencitos tan prometedores. No se apichone; Es más si uste decide yo estoy dijpuesto a acompañarlo porque una alegría de vez en cuando no viene nada mal, me ofrecí .Pero el hombre comenzó a hablar de asuntos muy graves y ahí mesmo dejé de priestarle atención. Ya demasiado tenía con el plantón del Carlitos Pérez, así que en dijpues que hube envuelto el costillar intacto que los gatos Felpudo y Totora no an alcanzao a saborear lo despedí en silencio. Ya en cuesta abajo, le agité el sombrero , pero noté que por rispeto ni el Jacinto le quiso ladrar.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Al escritor santacruceño no lo dejan progresar

Yo no soy un letrau, ni mucho menos, pero descubrí que los prospectos mèdicos que vienen dentro de las cajitas de Alplax son obras maestras que tienen, asigún lo considero más puesía que tuita la literatura argentina.
Esto no es mentira, me dí cuenta una tarde por pura casualidá cuando aquí se vino ese viejo lobo de mar y me solicitó, A ver Matita, el humo del faso me está liquidando las pupilas leeme cuantas de estas hermosas pastillitas mentoladas me tengo que tomar pa´escribir como Alejandra Pizarnik.
Y así fue que leyendo esos textos estructuralistas me emocioné hasta la médula. Entendí a tiempo que la poesía viene en esas cajas. Rohipnol, Prinox, Valium, Lorazepan son grandes escritores de este siglo.Son escritores populares que han calau hondo en tuita el alma humana, y sin temor a equivocarme via decir que también son los más leídos.
En dispués al escritor santacruceño no lo dejan progresar, no se puede escribir sobre nada, yo me iba a priesentar a un concurso con unas odas del Desierto pero me apichoné, tiré la toallita ahí nomás cerca de un coirón, es que salió la Macadamia diciendo que no se debe escribir sobre el General Roca , Yo no sé qué tiene esa dama contra el general tan gauchito que aparece en los billetes, si de solo verlo ahí me embarga una alegría aunque debo reconocer que con estas quejas del niño Beneton de la caída de la lana cada vez lo veo menos .
Además por si acaso la Macadamia no lo sabe,el propio Sakae Mata con dos ginebras encima me contó en Esquel que un tatarabuelo suyo había dejau escrito debajo el alero del rancho que Roca era un hombre de arma muy larga que sabía utilizarla con los paisanos de una manera ejemplar. lástima no haber vivio en esa época riflexione.

domingo, 25 de octubre de 2009

Memorias de un escritor sacrificau

Anoche se me apareció el Gauchito Gil, yo estaba tirao panza arriba mientras ricordaba los momentos agitados que viví con el niño Beneton en Cerro Dragón cuando una manada de paisanos irascibles nos franqueó el paso porque dizque el gobierno no les daba las viandas con caviar y jamón crudo.
Correntino güevón , me dije pa’ mis adentros aparecerse así de sopetón y yo sin tener siquiera un mísero costillar de capón carneado, pero gúeno ,el hombre que adivinó mis pensamientos me tranquilizó diciéndome que las almas no comen que venía solo a preguntar si quería que me cumpla algún deseo y entonces decidí quedarme nomás en el catre.
No via negar que estaba un poco asombrau por la visita inesperada, y también por el ofrecimiento que me hacía de cumplirme los deseos,y desde mi catre le dije, Mire don Gauchito yo le agradezco la gauchada, usté verá no soy un hombre de pedir demasiau, un mocito tierno de vez en cuando p’ despuntar las noches me alcanza y como lo he tenio durante tuito el invierno al Carlito Pérez que montado en el Pingüino se vino desde Madryn tanta necidá a Dios gracia noi’ pasau, le confié.
“Está bién paisano mariposón, yo no trabajo con mocitos, tengo miedo que me descubra Alameda, eso sí en mi catálogo están Costa que se parte de güeno, Carlos Saka Punta y Mario Chavacanería Bragueta, pero si no son de su apetencia, si esos maduritos no están en sus gustos, le aconsejo que se guarde la calentura, ni bien pase la primavera cuente con Petrof y David P como recompensa”. Me ofreció en tono demasiu paternalista.
Por mi parte le referencié que Petrof y David P están desididamente enfermos; Don Gauchito tienen problemitas disfuncionales severos, y que güeno que me lo ricuerda ya que al primero éste mesmo lunes debo acompañarlo al regional a que lo vea el urólogo, el dr. Uretra Casalis , le informé al tiempo que le hice un pedido; Usté que todo lo cumple por qué no me risponde si tiene futuro la literatura Santacruceña.
“Caramba en qué brete me pone pero la pura rialidad es que la literatura santacruceña está finadita, en después que se murió Leydet se acabó así nomás de golpe la literatura, hay algunos intentos de puesía erótica ripresentada por una joven de Perito llamada Edelmira que acaba de recibir si mal no ricuerdo el mejor premio estímulo por su obra cumbre el Mameluco Azul, en después son todos intentos vanos. Figurese la Maldini en toavía no se sacó de las ganas al viejito de Punta Arenas, Tresguerres sigue osesionau con las ovejas, Petrof con el picho de la Ana Elisa , la Norma D con la verruga del compadre Atanasio y la Marina con los rodolfos del vedau”.
Tanta veda no es ya gúena don Gauchito, yo sé que la obsesión de esos escritores fracasaos que menta no tiene nada que ver con esto, pero aquí se cuenta que el linyera de Fitz Roy por los piquetes que impiden la llegada de los diarios se le ha dau por leer los cuentos viales de Chavacanería Bragueta, Cuentos señudos que relatan el momento heroico en que el mesmo autor a falta de un cristiano comprensivo debió ser sodomizado por un solitario riel que arrancó de cuajo de la estación de Jaramillo, le comenté.
Priocupau el Gauchito casi gritando dijo; “ Aijuna con la Patagonia, carajo!!!, eso debe doler, pero le ruego don Mata que no me cuente mas las penurias de ese escritor rural, está bien que esté muerto pero entoavía tengo alma y me embarga una sensibilidad con estas cosas que suceden en el desierto, A lo mejor le v'ua decir una grosería que usté como gaucho sabrá perdonar pero la literatura del
Nordeste no es tan sufrida, es más bien alegre y chamamecera y eso tiene que ver con que la provincia de Corrientes está llena de batatas, marlos y mazorcas”, dijo en dispués que por la ventana que da a la ruta 3 desapareció.

sábado, 3 de octubre de 2009

La zoofilia es endémica de Santa Cruz

Es cierto, no soy güen lector pero no hace falta profundizar demasiao en el libro “Platero y yo” pa’ darse cuenta que el escritor español Juan Ramón Jiménez practicaba una amorosa privacidad con ese burrito que parecía una nube de algodón tan blando por j’uera y duro por debajo.
Un gaucho como yo no sabe mentir por eso les pido a los lectores de este blog que lo de Jiménez no debe causarles admiración ya que aquí, no más allá del paraje Lemarchant me tocó la ingrata tarea de ver a dos escritores patagónicos desgraciarse bajo las patas de un tostau precioso y les asuguro que no jue para curarle las bicheras como luego algún comisario comprau quiso hacer parecer ante la prensa conformista.
No vía andar con tantos rodeos Santa Cruz está atestada de platerista que se dedican con sorprendente laboriosidad a curar bicheras por puro gusto en los campos de la Patagonia, no es que lo condene, más yo he preferio entreverarme con Costa que ayer estuvo aquí en mi ranchito de Güer Aique, aplanando la masa p’a las tortas fritas.
Muchos escritores y entre los que ricuerdo están Mario Chavarria Bragueta , Carlos Sakamata y Carlitos Beso Aín le han presentau al municipio un proyecto privao disque orientau al turismo de cría de burros. Ojalá el proyecto de estos paisanos "inversores" que compartieron catre conmigo tenga larga vida. Ojalá

domingo, 13 de septiembre de 2009

Tres escritores patagónicos en la zafra de la batata

Cerca del muelle de Aluar , ahicito nomás, en después que le hube entregau a mi compadre Luka un paquetito de ese polvito blanco y maravilloso que asigún dicen dentra por la nariz y hace cosquillas en el cerebro me encontré con un camionero que me convidó p’l norte pa la zafra de le batata, y como a mí el trabajo no me ofiende terminé por acetar la propuesta y así es como pasé estos dos meses largos realizando unas labores por demás duras pero no por eso menos gratificante como lo fue la zafra de la batata manteca.
El campo donde me conchabaron era un establecimiento rural a todas luces en plena provincia de Córdoba, más precisamente en la localidad de Río Cuarto, desviándose de la ruta 34. Unos cuantos km hacia el Oeste.
En cuanto me bajé del camión me priesentaron al encargau que era un gringo medio sucio petizo, el pelo colorau y una baranda a ajo que te dejaba fulminao. El ajo es guen anticonceptivo, pensé mientras el petizo me acompañaba para la pieza que ya me había destinao.
Era un ranchito, casi una tapera de adobe cocido con piso de porlan, pero eso sí tenía un lindo catre y en la pared una cola de caballo donde había colocao un peine negro. Un gaucho como yo debe decir la verdad hasta cando miente y yo la via decir, se estaba a gusto en el ranchito solo faltaba algún mozo tiernito pa’ pasar las noches calientes, pero mi tataraabuelo Rufino me había enseñao que al deseo hay que ante ponerle la pacencia y así fue como con un poco de maña esperé en vano un incentivo pa’l cuerpo que a mi juicio tardó demasiado, hasta que decidí volverme a mis pagos de Guer Aique .
Además, Pa’ que mentir no era una faena sencilla la zafra del tubérculo, era como la bota e potro, que no es pa’ cualquiera, yo estaba en la parte de empaque y figúrense de entrada nomás me había tocao la mala experiencia de tener que desechar alguna que otra batata arrugada y chica, que no servía pa’ exportarla, pero así es la ley de la vida y así me lo plantió el encargau que me había conchabao.
Ya con la pacencia medio por el piso, le plantié de frente al petizo mis ganas de marcharme, si queris te paso a la parte donde se confeccionan los dulces ahí trabajan tres escritores patagónicos. Si los vieras Mata que trabajadores que son esos obreros, los alabó una noche, el empleador. Y qué tareas realizan esos letraos le pregunté por curiosida, . Ellos son los que lavan y pelan bien pelada las batatas, me respondió con aire jactancioso, como menospreciando mi ardua laboriosidad en la sala de empaque.
Al otro día, tempranito como a las diez y media de la mañana comencé a juntar las pocas pilchas dispuesto a marcharme porque no me sentí valorao en mi tarea, en dispués que pagué en el almacén los cien pesos que debía en tabaco, y en ves de seguir derecho hacia la ruta doblé pal lao de las casa donde estaba la sala de dulce, ahí sin mediar palabra patie la puerta y lo que vi a de quedar en mis ojos por tuita la eternidad; doblaos y con la respiración a punto de cortarse estaban los zafreros en fila, ligeros de ropa por no decir desnudos apenas se dieron cuenta de mi presencia, fingí no reconocerlos acaso por no denigrarme a mí mesmo, pero clarito los distinguí, se trataba de Cristopo, Carlitos y el mesmo Petrof. No sé quienes son ustedes pero no tienen por qué hacer eso si no quieren yo no seré del grupo Alameda pero estoy aquí como güen paisano pa’ tenderles una mano y salvarlos si así lo requiere la oportunidá, les propuse de puro güena gente que soy. Salvarnos de qué pedazo de pelotudo fue lo último que escuche en dispués que un grupo de viejos me sacaran a ondazos de la finca disque por meter la nariz donde no me correspondía.

jueves, 6 de agosto de 2009

Viví la pandemia con Cristopo

Que via andar de vacaciones estuve con la mismísima gripe H1 N1, dicen que la contraje estando con Mazzú, más yo sé que la traje de Madrin, losé bien porque luego de estar con Carlitos en ese hotelito cerca del empalme , sentí una fiebre en tuita mi osamenta.
Carlitos me cantaba al oído, desafinao el hombre , pensaba mientras con la única toalla quenos habían dao en el hotel el pobre lme mojaba la frente.
Vendí el reloj que dio el año pasao el niño pa¨pagarle la atensión a Carlito, y con el resto saqué el pasaje de guelta a Río Gallego, ahí no alcansé a llegar que me internaron en terapia, y pasé a ser lo que orgullosamente juí; uno de los 80 casos positivos que tuvo la provincia.
Pese a que se trataba de una enfermedá contagiosa muchos escritores patagónicos me jueron a ver, estaban en el pasillo del regional,tuitos amontonaos como bosta i guanaco. Disque asigún me confidenció la Moro que tuitos resaban en distintos credos aunque no sé si era pa’ que me juera deste mundo.
Entre ese enjambre de escritores estaba, asigún me relató un enfermero jovencito el mesmo Sebastián Tresquerres ,que me observaba nervioso desde ajuera, pa’ no tentarse, supongo.
Una noche en después que me pasaron a la sala se me lo acercó de golpe y me entregó un libro llamado el Beso, a la semana me mandaron a mi rancho, lo que pasó ahí es parte de la verdad de dos hombres de palabra y va morir conmigo, lo único que puedo decir es que Cristopo o Sebastián Tresguerres no se irá más a guenos aires juró quedarse conmigo en mi ranchito, cebándome el tiento tuitas las noches hasta que este gaucho de palabra se reponga por completo .

lunes, 29 de junio de 2009

Si la Marina quiere un blog que se lo compre el niño Beneton

Yo conocí a varios políticos que andaban de campaña, aura que será difícil que Millapel me dé ese terrenito para proyecto granja puedo decir sin temor a nada que él durmió conmigo una noche, pero esa es una anécdota que he preferio olvidar, mejor ricordarlo a Costa que fue entuavía más cariñoso y me hospedó en su lujoso hotel.
Como no es de paisano sensato andar con asuntos atravesau, via a aclarar algunos tantos con tuitos ustedes ya que no pocos han relacionau este blog con la Marina esa periodista de la zona norte , nada más falso se me antoja decirles ya que esa dama amarillista si las hay, odia lo nacional, asigún me contaron. Dicen que de solo ver corrales con ganau ovino le salen ronchas en la cara, dizque odia la paisanada y las fiestas de la rural le dan fobia, si por ella juera viviría en Londres, su esposo, el tano Luigi, sin embargo es tuito lo contrario, un hombre sencillo, zurdo pa’ la taba, conforme de vivir en esta Patagonia.
Yo lo conocí ya siendo lo que es hoy un estanciero venido a menos, eso sí, muy leído sobre temas de filosofía, me han referenciau que supo tener en un tiempo algo de 15 mil animales.
Estuve con él una noche de escarcha, jue pa’ la pelada de ojo del 2005 . yo había traído en un arreo un piño de 1000 cabezas del establecimiento rural “No te Fíes ni de tu Hermano”, una estancia cerca de Bahía Laura, reliquia histórica sobre la que toavía afanan unos cuantos.
Habrá sio media mañana cuando llegué a la estancia de Luigi, denominada “Salada Hasta Ahí” .De solo verlo a este caballero de ojos verdes, como lo amargos cebaos por Petrof, alto y con bigote distinguido que sobresalía entre tanto paisano achaparrao, sentí un hormigueo en tuitas las vísceras. Ricuerdo que en cuanto desensillé el mala cara en el patio del casco me invitó un café, lo acepté con ganas aunque me llamó la atención que un estanciero quiera congraciarse con el empleau. ¿Con espuma?, me preguntó, como diga patrón le respondí y el mesmo batió a rabiar para echar en dispués el agua en ese pocillo celeste que reventaba en espuma.
No hablamos mucho, sí ricuerdo clarito me comentó que estaba leyendo un libro de sociología llamao “Y una vez que me Chupé esa Mandarina, Qué?, un libro cumbre, que asigún me confidenció que se lo había regalao su esposa.
Con el tiempo al destrenzar este embrollo supe que la esposa era la mesma Marina que ustedes mentan y que muy bien conozco, una mujer, pa’ que mentir sin ningún tipo de encanto que inclusive pudo haber tenío algún negocio muy sucio con el niño Benetton y quien sabe si en toavía no tienen algo ya que el niño se la pasa güelta a güelta en zona norte y es más hace cosa de una semana prometió y espero que no cumpla molerme a palos si me acordaba de esta dama en el blog.
De todos modos, este gaucho no sabe decir mentiras y es por demás conocido que yo suelo acordarme más bien de hombres y no de mujeres, ya que éstas son y lo v’ia decir con tuita propiedad, un poco la peste del mundo que solo sirven pa’ parir y pa’ engañar a los desdichaos como tal vez lo es aura mi patrón el niño Benetton por más que él diga lo contrario.
Aunque me gustaría ponerme un negocito en la calle Roca pa’ poder negociar en güena ley tuitas las chucherías contrabandeadas en la frontera , Yo Pancho Ramírez, alias Mata Negra, diré que soy feliz con poco, asigún lo considero, y es por eso que hoy, mientras ajuera de mi ranchito de Güer Aike silba certero el viento norte yo ricuerdo, el perrerío ladrando a grito pelao y la voz ronca del tano Luigi que a eso de las 3 de la mañana me convidaba pa’ las casa, a decir de su boca pa’ ofrecerme un saque de ron. Lo demás ya se sabe, la soledad y el campo hacen de un hombre lo que sencillamente es.
Dispués de esa madrugada nunca más e’ güelto a verlo, cobré la paga del arreo y me juí p’ la casa de los piones, donde la paisanada leíba embelesada las noticias de las revistas paparazzi , una lectura muy instructiva asigún comentaban mientras se miraban de reojo y escupían en el piso de porla, pior que guanaco alzao.