Yo conocí a varios políticos que andaban de campaña, aura que será difícil que Millapel me dé ese terrenito para proyecto granja puedo decir sin temor a nada que él durmió conmigo una noche, pero esa es una anécdota que he preferio olvidar, mejor ricordarlo a Costa que fue entuavía más cariñoso y me hospedó en su lujoso hotel.
Como no es de paisano sensato andar con asuntos atravesau, via a aclarar algunos tantos con tuitos ustedes ya que no pocos han relacionau este blog con la Marina esa periodista de la zona norte , nada más falso se me antoja decirles ya que esa dama amarillista si las hay, odia lo nacional, asigún me contaron. Dicen que de solo ver corrales con ganau ovino le salen ronchas en la cara, dizque odia la paisanada y las fiestas de la rural le dan fobia, si por ella juera viviría en Londres, su esposo, el tano Luigi, sin embargo es tuito lo contrario, un hombre sencillo, zurdo pa’ la taba, conforme de vivir en esta Patagonia.
Yo lo conocí ya siendo lo que es hoy un estanciero venido a menos, eso sí, muy leído sobre temas de filosofía, me han referenciau que supo tener en un tiempo algo de 15 mil animales.
Estuve con él una noche de escarcha, jue pa’ la pelada de ojo del 2005 . yo había traído en un arreo un piño de 1000 cabezas del establecimiento rural “No te Fíes ni de tu Hermano”, una estancia cerca de Bahía Laura, reliquia histórica sobre la que toavía afanan unos cuantos.
Habrá sio media mañana cuando llegué a la estancia de Luigi, denominada “Salada Hasta Ahí” .De solo verlo a este caballero de ojos verdes, como lo amargos cebaos por Petrof, alto y con bigote distinguido que sobresalía entre tanto paisano achaparrao, sentí un hormigueo en tuitas las vísceras. Ricuerdo que en cuanto desensillé el mala cara en el patio del casco me invitó un café, lo acepté con ganas aunque me llamó la atención que un estanciero quiera congraciarse con el empleau. ¿Con espuma?, me preguntó, como diga patrón le respondí y el mesmo batió a rabiar para echar en dispués el agua en ese pocillo celeste que reventaba en espuma.
No hablamos mucho, sí ricuerdo clarito me comentó que estaba leyendo un libro de sociología llamao “Y una vez que me Chupé esa Mandarina, Qué?, un libro cumbre, que asigún me confidenció que se lo había regalao su esposa.
Con el tiempo al destrenzar este embrollo supe que la esposa era la mesma Marina que ustedes mentan y que muy bien conozco, una mujer, pa’ que mentir sin ningún tipo de encanto que inclusive pudo haber tenío algún negocio muy sucio con el niño Benetton y quien sabe si en toavía no tienen algo ya que el niño se la pasa güelta a güelta en zona norte y es más hace cosa de una semana prometió y espero que no cumpla molerme a palos si me acordaba de esta dama en el blog.
De todos modos, este gaucho no sabe decir mentiras y es por demás conocido que yo suelo acordarme más bien de hombres y no de mujeres, ya que éstas son y lo v’ia decir con tuita propiedad, un poco la peste del mundo que solo sirven pa’ parir y pa’ engañar a los desdichaos como tal vez lo es aura mi patrón el niño Benetton por más que él diga lo contrario.
Aunque me gustaría ponerme un negocito en la calle Roca pa’ poder negociar en güena ley tuitas las chucherías contrabandeadas en la frontera , Yo Pancho Ramírez, alias Mata Negra, diré que soy feliz con poco, asigún lo considero, y es por eso que hoy, mientras ajuera de mi ranchito de Güer Aike silba certero el viento norte yo ricuerdo, el perrerío ladrando a grito pelao y la voz ronca del tano Luigi que a eso de las 3 de la mañana me convidaba pa’ las casa, a decir de su boca pa’ ofrecerme un saque de ron. Lo demás ya se sabe, la soledad y el campo hacen de un hombre lo que sencillamente es.
Dispués de esa madrugada nunca más e’ güelto a verlo, cobré la paga del arreo y me juí p’ la casa de los piones, donde la paisanada leíba embelesada las noticias de las revistas paparazzi , una lectura muy instructiva asigún comentaban mientras se miraban de reojo y escupían en el piso de porla, pior que guanaco alzao.